LA CND DE JOSÉ CARLOS MARTÍNEZ, UN PROYECTO DE FUTURO
La Compañía Nacional de Danza tras el estreno de El Cascanueces el pasado
fin de semana
(Foto: Carlos Quezada)
En las pasadas semanas, la noticia
del cese de José Carlos Martínez, el director de la Compañía Nacional de Danza, al
acabar esta temporada, ha impactado al mundo de la danza en España. Desde
que comenzó su andadura en el año 2011, ha renovado por completo esta
institución, dotándole de un repertorio de amplio espectro. Desde el más puro
clasicismo académico a través de diversas suites como Giselle Paso a Dos o Raymonda
Divertimento y más notablemente, con las obras completas de Don Quijote y El Cascanueces, que se acaba de estrenar con un enorme éxito de crítica
y público. Llegando hasta las últimas expresiones de vanguardia de la danza
actual como la premiada Carmen de
Johan Inger, In the Middle Somewhat
Elevated de William Forsythe, Casi-Casa
de Mats Ek, Petite Mort de Jirí
Kylián y más recientemente el reestreno de la obra Por Vos Muero del exdirector de la compañía y reconocido coreógrafo
español, Nacho Duato. Todo esto, lo ha combinado con un exigente calendario de
giras por todo el territorio nacional e internacional en diversos países como
Francia, Alemania, Colombia o China. No obstante, esto tan solo es el comienzo.
Paradójicamente, en estos momentos la Opera Nacional de Letonia, la institución
a la que pertenezco profesionalmente, se encuentra celebrando el centenario de su fundación, lo que me da pie a poner de manifiesto la importancia del paso del
tiempo, a la hora de llevar a cabo un proyecto con éxito. En el caso de Martínez, tan solo ha establecido las bases para desarrollar su
proyecto, siendo que en estos momentos la compañía empezaría a dar sus frutos. Lo que me lleva a reflexionar acerca de la falta de continuidad de los proyectos culturales en nuestro país, dando reiterados bandazos y lavados
de imagen, dependiendo del color político que esté al mando. En el caso de esta institución, hay que mantenerla como lo que es, una
Compañía Nacional de Danza con un repertorio de amplio espectro, desde el ballet clásico hasta piezas más contemporáneas. Y unida al ya existente Ballet Nacional de España
dirigido por Antonio Najarro, que es un auténtico referente global de la danza española. A ellas se le debería de incorporar otra institución nacional, puramente moderna y
vanguardista, donde tengan cabida tanto los coreógrafos de danza contemporánea
españoles ya consagrados, como aquellos que empiecen a destacar. De tal manera, que todas ellas formen el tridente de
la danza en nuestro país. Además, reitero lo que ya he publicado en otros artículos anteriormente: el arte es nuestro mejor embajador
en el mundo y la cultura, la única llave del cambio posible para el futuro de
España.
PAVARE
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