Parallel Worlds: Arts and Sciences

El museo Guggenheim Bilbao acaba de estrenar la exposición dedicada al pintor y teórico ruso Vasili Kandinsky (1866-1944). Este artista tuvo una carrera ciertamente atípica.  Empezó a estudiar a los treinta años tras abandonar la abogacía en 1896. A partir de entonces, se distinguen cuatro grandes etapas en su obra. En primer lugar, su formación y evolución artística en Munich (1900-1914), a continuación su regreso triunfal a Rusia con motivo de la primera guerra mundial (1914-1921), después se marcha a Weimar para trabajar y enseñar en la Bauhaus (1922-1933) y por último, tras el cierre repentino de esta institución, se marcha a París en donde desarrollará su gran síntesis creativa (1934-1934). Sin duda, sus dos décadas en Alemania y Francia fueron las más provechosas en su carrera artística, dando lugar a obras tan conocidas como  Círculos en círculos  (1923),  Amarillo-Rojo-Azul (1925) o  Curva dominante  (1936). Pero también a nivel teórico, destacando especialmente  De lo espiritu

Stefan Zweig (1881-1942)es de esos autores que te cautivan desde el primer minuto. Su pluma ágil y virtuosa es un testigo imprescindible de la primera mitad del siglo XX. Este escritor, periodista e historiador austriaco se formó en la Universidad de Viena, en donde se doctoró en filosofía. Se codeó con lo mejor de la vanguardia cultural vienesa de la época además de entablar amistad con otros miembros de la  intelligentsia  europea. Este autor precoz y prolífico publicó su primera obra poética en 1901 con apenas veinte años recién cumplidos. A partir de entonces y durante cuatro décadas (hasta su muerte), sus obras brotaban una tras otra, ya fueran de ficción, teatrales o ensayos históricos. Entre todas, ellas,  Momentos estelares de la humanidad  (1927) sigue siendo una de sus obras maestras. Este ensayo está compuesto por catorce miniaturas históricas, inicialmente se había pensado incluir solo cinco, que han cambiado el curso de la historia. Eventos únicos e irrepetibles sin los cu

Este año los Premios Princesa de Asturias tuvieron que reducir considerablemente su pompa para hacer una ceremonia mucho más recogida, acorde con la situación actual de la pandemia de la COVID-19. Para ello, se decidió cambiar su ubicación del Teatro Campoamor al Hotel Reconquista. Sin público y ante un número muy reducido de invitados, los premiados fueron recibidos a ritmo de gaitas y ante la familia real al completo para que fueron homenajeados como se merecen. En esta edición, los galardonados recayeron en los Sanitarios españoles en primera línea su lucha contra la COVID-19 (Concordia), Ennio Morricone (a título póstumo) y John Williams (artes), Feria Internacional de libro de Guadalajara (Comunicación), Dani Rodrik (Ciencias Sociales), Carlos Sainz (Deportes), Anne Carson (Letras), Ives Meyer, Ingrid Daubechies, Terence Tao y Emmanuel Candès (Investigación Científica y Técnica) y Gavi, The Vaccine Alliance (Cooperación Internacional). Para todos aquellos que no pudisteis ver la c